Biografía Beulah Louise Henry - La gran inventora apodada 'Lady Edison'
Estados Unidos celebra el 11 de febrero como su día Nacional de los Inventores, y no es una fecha escogida al azar. Se trata del día que nacía una de las inventoras más prolíficas y desconocidas de la historia que llegó a ser denominada “Lady Edison” y es la primera mujer que visita Freaks que Hicieron Historia. Hablamos de Beulah Louise Henry.
Primeros años de la vida de Beulah Louise Henry
Esta inventora nacía en 1887 en Tenesse. Hija de Walter y Beulah Henry, ambos padres contaban con una marcada inclinación artística. De hecho, su padre era una autoridad en los ámbitos artísticos y su madre una virtuosa pintora. Además, Beulah Henry era descendiente directa de Patrick Henry, uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos de América.
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Su prolífico ingenio choca con lo que, a priori, debería haber sido un handicap para ella. Sufría de un desorden psicológico llamado sinestesia, una disfunción en la que las sensaciones de los diferentes sentidos se confunden. Su mente, por ejemplo, asociaba colores a los sonidos o diferentes olores al tacto. De hecho, manifiesto que podía asociar colores y formas a cada nota musical. Lo cierto es que este tipo de procesos mentales es bastante habitual en mentes creativas y artísticas como la que tenía Beulah Louise Henry.
Aunque se comenta que tuvo una creatividad inquieta desde pequeña, fue al llegar a la veintena cuando registró su primera patente. Estamos ya en 1912 y fue, nada menos, que sobre una heladera mecánica. Sin embargo, lo que la catapultó a la fama y le hizo dedicarse plenamente a crear más inventos fueron sus dos siguientes productos.
Inventos a docenas a lo largo de la biografía de Beulah Louise Henry
En 1913 registraba la patente de un bolso, aparentemente, muy raro. Y es que era el primero de su clase porque tenía una serie de partes intercambiables que permitían hacer que, automáticamente, combinara con cualquier vestido, evitando así la necesidad de tener varios de estos complementos para cada atuendo. Este producto funcionó, pero el que realmente fue rentable fue el paraguas, que con el mismo concepto de partes intercambiables, era capaz de combinarse con cualquier look.
Estas creaciones permitieron que "Lady Edison" ganara el dinero suficiente como para establecerse en Nueva York en 1919 y fundar la Henry Umbrella and Parasol Company, de la que fue presidenta. En la gran manzana encontró un mercado aún mayor para sus bolsos y paraguas. Tal fue el éxito que aparecería en la revista Scientific American como uno de los “Brillantes Inventores” del año. Aún con este éxito en la mas manos, decidió vende los derechos de su paraguas por 50.000 dólares, lo que le permitiría crear su propio laboratorio en el que contrató ingenieros, modeladores y otros técnicos
Con su nueva empresa en marcha, la B. L. Henry Company of New York, en 1925, ese mismo año lanzó una muñeca articulada, la Springdoll, capaz de hacer diferentes movimientos de brazos y piernas. En ese año también inventó y registro la Radiodoll, una muñeca con una radio dentro, que por otra parte era más algo decorativo que con intención de que los niños jugaran con ella.
Lo cierto es que los inventos de Beulah Henry pueden parecer sencillos o “simples”, pero la realidad es que no solo inventaba los productos, sino también las máquinas para hacerlos. Su siguiente creación, la esponja Dolly Dips, era un instrumento de higiene infantil que consistía en una esponja con un compartimento para el jabón. Además de crear este producto, que por otra parte tuvo también mucho éxito, creó la máquina que cortaba las esponjas de la forma precise para encajar el jabón.También de esta época es otro de sus inventos más famosos, Miss Illusion, una muñeca a la que se le podía cambiar el pelo, con diferentes pelucas, así como tenía un botón que hacía que los ojos cambiaran de color. El objetivo es que las niñas pudieran personalizar su muñeca a su gusto o lo más parecida a ellas.
Beulah Louise Henry, una pionera de la innovación y la industria
Aunque en sus primeros años se centró en el mundo de la moda y los juguetes, ya en los años 30 y 40 cambiaría y se centraría más en el desarrollo de inventos más industriales. En este tiempo, algunas de sus patentes más famosas fueran la de la máquina de coser de doble carril y la que carecía de bobina, un dispositivo para alinear y suministrar papel automáticamente a las máquinas de escribir, pero, sobre todo, el antecedente de la fotocopiadora. Hay que remontarse a esta época y lo cierto es que tiene poco que ver con las actuales máquinas duplicadoras. Sin embargo, en un tiempo en el que se hacía todo a mano, la máquina de Beulah Henry era capaz de sacar cuatro copias de un documento al mismo tiempo y sin necesidad del típico papel con carboncillo entre las hojas.
En 1962 conseguiría la patente número 45 de las 49 que llegaría a registrar en toda su vida, por otro gran invento: un sobre que podía ser utilizado para enviarlo y que volviera de vuelta con la respuesta y que, además, se podía fabricar en serie, en esas típicas bobinas que luego se van cortando.
Cómo muchos otros grandes genios, Beulah Louise Henry nunca se casó y, de hecho, nunca tuvo casa propia en Nueva York, donde siempre vivió en habitaciones de hotel hasta su muerte en 1973. Pese a que para el gran público es bastante desconocida, fue una persona muy activa en su época y aunque parezca que sólo tiene 49 patentes frente a los cientos que acumulan sus colegas masculinos, es toda una proeza y una pionera en un tiempo, los albores del siglo XX, cuando sólo el 2% de las patentes en EE.UU. a principios del siglo XX estaban firmadas por mujeres.
En 2006 se reconocía su trabajo y su nombre se integraba en el Salón de la Fama de Inventores Nacionales de EE.UU. Autumm Stanley, quien escribió el libro Madres e Hijas de la Invención, citaba una de su frases más evocadoras y dedicadas a las mujeres inventoras en el futuro: la necesidad de inventar busca siempre ganar tiempo, espacio y libertad.
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